DISCURSO EBRARD

Compañeras, compañeros; amigas, amigos, muchas gracias por estar aquí. A todas, a todos, gracias.
Hemos escuchado en los últimos minutos muchas de las voces, mucho de lo que aspiramos, mucho de lo que creemos, de lo que quisiéramos tener. Eso es lo que hemos escuchado, de lo que somos, este evento el día de hoy no se trata de un partido, no se trata de un destape, yo siempre he dicho voy a participar en las elecciones del candidato de la izquierda.
No se trata de otra acción porque entonces no estaríamos todos los que estamos y no se trata de un movimiento contra nadie, de lo que se trata el día de hoy, es una reunión de quienes tenemos un compromiso, de quienes estamos indignados con la realidad del país y sobre todo, de las y los que queremos ofrecerle a México un cambio de rumbo, otro camino, otra salida, una salida de izquierda, un futuro desde la izquierda.
México está terminando un ciclo de cuando menos 30 años y el resultado de ese ciclo con una filosofía muy conservadora, con políticas ultra liberales, con la decisión de no crecer económicamente; el resultado de ese ciclo, no es atribuible a una política, a una decisión o a una persona solamente, es atribuible a que la naturaleza de esas políticas está equivocada, el conjunto de esas políticas nos están conduciendo a la violencia, nos están conduciendo a la indignante cifra de 80 millones de personas en pobreza.
¿Qué otra evidencia puede haber del fracaso de ese ciclo, de esa filosofía, de esa política y de los intereses que están en torno a ello? Ahí están los resultados, lo que nos mueve a todas y a todos los que estamos aquí el día de hoy, es la profunda convicción de que la única manera que tiene México de salir adelante, la única manera que tenemos de lograr que se reduzca la pobreza y no de que cada semana tengamos cifras de nuevos y más pobres, de nuevas y más familias que no les alcanza para comer.
La única manera que hay es proponer otra filosofía, otras políticas públicas, otro camino para México que tiene que venir de la izquierda, no va a venir de otro lado. Sería ingenuo y equivocado suponer que un cambio de tal magnitud, que una propuesta tan distinta como la que México hoy reclama va a provenir de quienes han llevado a cabo los últimos 30 años otra filosofía y otra política.
¿De dónde puede venir un cambio de este tamaño? Sólo de las izquierdas mexicanas, en el sentido más amplio de la palabra. No todos los que están aquí militan en un partido de izquierda, muchos que están aquí no militan en ningún partido, otros tienen participación en muy diferentes sectores, no tienen compromisos políticos, otros sí los tienen, hay quien viene de la academia, de la actividad artística, de lo jóvenes que escuchamos hace un momento.
Hay muchas personalidades aquí que van más allá de la representación de un partido, es la única manera que podemos logar construir una coalición de fuerza suficientemente grande progresista, de avanzada, sensata, inteligente, comprometida para que México pueda tener otro rumbo y el otro rumbo lo tenemos que tener en 2012.
Yo diría, amigas, amigos que eso es lo que nos motiva el día de hoy y de eso se trata esta convocatoria que se propone desde la izquierda, en síntesis, nuestra filosofía, nuestras políticas públicas, cuáles son, primerísimo lugar tenemos que tomar la senda de crecimiento económico del país y sí se puede.
Si podemos tener un salario que cada año sea mejor, no cada año peor, si podemos tener acceso a crédito, hoy somos uno de los países de América Latina con menos acceso a crédito, la mitad de Chile, tenemos menos que cualquier otro país.
No hay programas de vivienda para la mitad, cuando menos de la población, tampoco nuestra inversión en infraestructura debemos multiplicarla por tres veces, tenemos que recuperar el sector energético, la situación de petróleos mexicanos no resiste ninguna recesión, se ha mentido mucho sobre eso al pueblo de México.
Sí, se puede y desde la izquierda les voy a decir sólo para sustentar lo que sostengo, México hoy, no es de los países de América Latina que crece menos y de los países que crecen más quizá claramente volvemos ver a Brasil, ellos tienen menos 21 millones de pobres, nosotros nos acabamos de enterar que ya tenemos otros 5 millones.
Esa es la diferencia entre la filosofía conservadora, lo que hemos visto que se ha puesto en práctica en México y lo que está haciendo la izquierda en Brasil, ¿Quién tiene razón?, la izquierda, tiene la razón en la estrategia de crecimiento.
Ampliemos el mercado interno, promovamos el acceso de todas y de todos al crédito, respaldemos las iniciativas de la gente, comprometámonos en esa línea, es una decisión estratégica, pero no se va a tomar, si no cambiamos la correlación de fuerzas.
Tenemos también y esa es una política central para la izquierda, que reducir la pobreza mexicana, ese debe ser nuestro más alto objetivo, reducir como nunca en la historia del país, la pobreza de nuestro pueblo y si lo podemos hacer, si nosotros garantizamos el acceso a educación, a salud, si respaldamos a los jóvenes que están estudiando, como hoy lo hacemos aquí en el DF, con 200 mil jóvenes que nos ha colocado como la Ciudad que tiene la menor deserción del continente, hoy.
Hagámoslo en todo México, atendamos al campo, cuidemos el impacto de la inflación alimentaria, protejamos a 20 millones que están en pobreza alimentaria, México puede hacerlo pero hay que pensar diferente, tenemos que hacer crecer las libertades y los derechos de todas y de todos.
Que nadie en nuestro país sea perseguido, que nadie sea excluido, que nadie sea atropellado por el poder. Salirnos de la lógica de la guerra, es un peligro la lógica de guerra, la guerra elimina los derechos, la guerra promueve la violencia y la guerra nos lleva al desastre.
Necesitamos otra política de seguridad, basada en el desarrollo humano. Hay que combatir a la delincuencia, hay que perseguir los delitos, hay que investigar los homicidios, hay que respetar y cuidar a las víctimas, pero la política y la estrategia nacional de seguridad debe fundarse en el desarrollo humano y en la justicia, y el acceso al bienestar social y al empleo, no en la guerra.
La paz en situaciones de guerra solo se consiguen con la eliminación del adversario Suele ser, en el caso de una guerra, suele ser muy destructiva, en una situación de paz, la paz es el resultado del crecimiento económico, del consentimiento y de la prosperidad para todos. Eso es lo que queremos y lo que proponemos. Se puede, se debe y lo queremos hacer. Sí se puede.
Buscar otra forma de tomar las decisiones en México. Es falso, es un espejismo, es un engaño, que porque regresemos al siglo pasado se va o se van a resolver los problemas de nuestro país. No se puede regresar. Todos los regresos acaban en equívocos como decía Benito Juárez. El regreso no es opción. Tenemos que ir hacia adelante y quien va a conducir y quien puede proponer es exactamente la filosofía, la forma de pensar, el progresismo de las izquierdas mexicanas.
Otra forma de decidirse. No queremos un presidente todopoderoso, nunca más. Queremos un presidente que pueda conducir. Pero para eso vamos a tener que separar al jefe de Estado, del jefe de gobierno; para que el jefe de gobierno pueda manejar las decisiones, promover los cambios legislativos, cambiar las políticas de que estamos hablando; porque nos enfrentaríamos a interese de todo orden con tal de que no cambie nada. El cambio no es solo un tema conceptual, el cambio de políticas es un tema de correlación de fuerzas, y por lo tanto hay que construirlas y un objetivo muy importante será que las decisiones se tomen de otras manera; que resolvamos el inmovilismo en las decisiones públicas que favorece principalmente a los intereses creados en el país, de todo tipo, unos legítimos y otros no legítimos.
Amigas y amigos tenemos que ver por qué México tenga otro rol en el mundo, que recuperemos nuestra confianza en nosotros mismos, que proyectemos nuestro liderazgo, que no aceptemos una agenda como la que hoy tenemos con Estados Unidos, de que nos sirve ser vecinos de Estados Unidos si la agenda que el propio país, nuestro país propone tiene que ver solamente con los helicópteros para combatir el narcotráfico, no queremos otra cosa, otra política.
Queremos compartir futuro, queremos una relación equitativa, queremos nuevas ideas, todo eso hay que hacer, tenemos que hacer también un país sustentable, que tome en serio el compromiso con la acción climática, la protección de nuestros recursos naturales, con la sobrevivencia de nuestra civilización, todo eso, en pensar desde la izquierda, ser demócratas no ambigüedad con la ley, nosotros respetamos la ley y queremos actuar por vías pacificas y queremos actuar defendiendo lo que creemos, pero siempre respetando a todos, a todas y a todos.
Queremos sumar también a los que hoy no están en la izquierda, queremos sumar a quienes quieren otro rumbo para México, a quienes quieren que el futuro sea distinto, que el día de mañana podamos decir que estuvimos a la altura de los retos del país y que esa fue nuestra mejor hora de todas y de todos, que fue cuando nos comprometimos con otro rumbo para México y que lo hicimos, para eso el día de hoy es esta reunión.
Vamos compañeras y compañeros, amigas y amigos, muy distinguidas y distinguidos invitados, señores gobernadores, vamos a partir de hoy a construir la correlación de fuerzas, la sumatoria de cada persona que nos permita cambiar el rumbo de México en 2012.
¡Que viva la izquierda mexicana ¡¡Que viva México¡


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